La vida es como una operación de algebra; es una fórmula con constantes y variables, y a veces hay más de una respuesta correcta. No es difícil, pero muchos se frustran – principalmente porque no le buscan el chiste. No son necesariamente los de mayor conocimiento los que logran descifrarla, sino los más curiosos, los más creativos, o los que están dispuestos a tomar el riesgo de intentar algo distinto.
Recuerdo una
vez en la universidad cuando el maestro de física devolvía los exámenes. Hubo un
problema en particular que todos en la clase sacaron malo. Excepto yo. El asunto
era que fui el único en usar una metodología distinta a la que el maestro
enseñó y ahora exigía una explicación. No puedo decir que mi procedimiento haya
sido mejor o peor. Simplemente, funcionaba para mí porque respondía a la manera
en que yo entendía y abordaba el problema. El método del maestro no me resultaba
comprensible, así que busqué una alternativa. Los resultados finales
demostraban, no sólo que mi curso de pensamiento era también correcto, sino que
el método del maestro resultaba incomprensible para el resto de la clase también.
Pero nadie más fue curioso.
¿Has notado
que hay gente que parece haberle agarrado el hilo a eso de “vivir la vida”,
mientras que hay gente que no? Curiosamente, mucha de la gente que “le entiende”
no viene a Iglesia Piedras Vivas. Y muchos piedravivences todavía no le
agarran. ¿De qué depende entonces?
Como dije
antes, hay constantes y variables. Las contantes de la vida son, por ejemplo:
- Dios es uno.
- Dios me ama.
- Si Dios está conmigo, puedo lograr cualquier cosa, por difícil que parezca.
Las
variables de la vida son, por ejemplo:
- No me gustan las enchiladas.
- Vivo en Residencial Oro Verde.
- Trabajo como gerente de un almacén.
Parte de la
clave para descifrar la fórmula es no tratar las constantes como variables y no
tratar las variables como constantes. Si te ves obligado a mudarte de Oro
Verde, no significa que Dios dejó de amarte; Él te seguirá amando en un barrio
o en un condominio. Si te promueven a gerente regional, no tendrás temor porque
Dios estará contigo, ayudándote en todos tus retos.
Esta vida
hay que aprender a vivirla. Nuestra confianza está en que el Señor tiene todas
las respuestas, pero el deleite está en resolver el problema. Porque la vida no
consiste tanto en un destino final, sino en andar el Camino.