Tuesday, April 29, 2014

Constantes y Variables


La vida es como una operación de algebra; es una fórmula con constantes y variables, y a veces hay más de una respuesta correcta. No es difícil, pero muchos se frustran – principalmente porque no le buscan el chiste. No son necesariamente los de mayor conocimiento los que logran descifrarla, sino los más curiosos, los más creativos, o los que están dispuestos a tomar el riesgo de intentar algo distinto.

Recuerdo una vez en la universidad cuando el maestro de física devolvía los exámenes. Hubo un problema en particular que todos en la clase sacaron malo. Excepto yo. El asunto era que fui el único en usar una metodología distinta a la que el maestro enseñó y ahora exigía una explicación. No puedo decir que mi procedimiento haya sido mejor o peor. Simplemente, funcionaba para mí porque respondía a la manera en que yo entendía y abordaba el problema. El método del maestro no me resultaba comprensible, así que busqué una alternativa. Los resultados finales demostraban, no sólo que mi curso de pensamiento era también correcto, sino que el método del maestro resultaba incomprensible para el resto de la clase también. Pero nadie más fue curioso.

¿Has notado que hay gente que parece haberle agarrado el hilo a eso de “vivir la vida”, mientras que hay gente que no? Curiosamente, mucha de la gente que “le entiende” no viene a Iglesia Piedras Vivas. Y muchos piedravivences todavía no le agarran. ¿De qué depende entonces?

Como dije antes, hay constantes y variables. Las contantes de la vida son, por ejemplo:
  • Dios es uno.
  • Dios me ama.
  • Si Dios está conmigo, puedo lograr cualquier cosa, por difícil que parezca.

Las variables de la vida son, por ejemplo:
  • No me gustan las enchiladas.
  • Vivo en Residencial Oro Verde.
  • Trabajo como gerente de un almacén.

Parte de la clave para descifrar la fórmula es no tratar las constantes como variables y no tratar las variables como constantes. Si te ves obligado a mudarte de Oro Verde, no significa que Dios dejó de amarte; Él te seguirá amando en un barrio o en un condominio. Si te promueven a gerente regional, no tendrás temor porque Dios estará contigo, ayudándote en todos tus retos.

Esta vida hay que aprender a vivirla. Nuestra confianza está en que el Señor tiene todas las respuestas, pero el deleite está en resolver el problema. Porque la vida no consiste tanto en un destino final, sino en andar el Camino.

Wednesday, April 23, 2014

Adoremos en Juticalpa


Pastora Abbie y yo concluimos que, de todas las ciudades que visitamos con Adoremos, Juticalpa fue la más difícil. No por la poca asistencia a los talleres (ya sabíamos eso antes de salir de casa); ni por la dieta constante de frijoles, mantequilla, huevo y tortillas (ya sabíamos eso antes de salir de casa); ni porque el parque estuviese a media remodelación (ya sabíamos eso antes de salir de casa). Era el sopor. La opresión. La oposición.

Entramos en una ciudad fantasma – el grueso de la población se había hecho a los balnearios para mitigar el calor de la temporada. Sin embargo, cada ciudad tiene un espíritu propio en sí; ligado de alguna manera al de sus habitantes, pero separado a la vez. En ese sentido, Juticalpa no estaba muy feliz con nuestra llegada. No quería que interfiriéramos con sus procesiones de Semana Santa. No quería que le estropeáramos sus alfombras de aserrín. No quería que nos acercáramos al obelisco al centro del parque. No quería que oráramos con libertad o que levantáramos un altar frente al suyo. No, lamentablemente Juticalpa no nos brindó su mejor bienvenida. Jesús dijo que habría ciudades así. A Él tampoco lo recibieron bien en todos lados. Bástale al siervo ser como su Señor.

El Espíritu Santo nos llevó a Juticalpa para enseñarnos algunas cosas importantes. Entre ellas:
  • Cuando adores a Dios y el enemigo comience a hacer ruido, no le hagas caso. Sigue adorando.
  • Hay obras que Dios hace en el espíritu de una persona; hay obras que Dios hace en el espíritu de una ciudad.
  • Así como el homicidio oscurece el corazón del hombre, el derramamiento de sangre oscurece el espíritu de una ciudad.
  • La maldad no quedará sin castigo, pero Jesucristo recibió el castigo de aquellos que creemos en Él. Seguimos predicando el Evangelio para que más personas crean y sean salvas.
  • Hay distintos tipos de religión, pero ninguna puede salvar.
  • En el reino de Dios, hay muchas cosas que haces por pura obediencia. El galardón será entregado en su debido tiempo.

No quisiera terminar sin resaltar las virtudes de Juticalpa; es decir, las que pudimos experimentar. Las personas que nos atendieron mostraron la más dulce disposición para servir a este extraño grupo de limeños que llegó en la fecha menos sensata a hacer una rueda en el parque para orar y cantar alabanzas a su Creador. Y el queso y la mantequilla son tan buenos como dicen.

Thursday, April 17, 2014

Adoremos en Yuscarán


Espiritualmente, Yuscarán es como Jezreel; una tierra fértil que Dios sembró donde los hijos honran la herencia de sus padres pero que fue capturada por un malvado Acab, su esposa bruja y el culto a los baales. Al igual que a Jezreel, Dios se ha propuesto rescatarla y restaurarla para Su gloria. ¿Pero cómo lo hará?

Para entenderlo a plenitud habrá que estudiar los libros de los Reyes y Oseas. Allí encontraremos que el rey Acab codició e intentó comprar la viña de Nabot en Jezreel. Como Nabot no quiso vender la heredad de sus padres, la reina Jezabel usó de artimañas políticas para hacerse de la viña, a costa de la vida de Nabot. El profeta Elías los denunció y anunció la muerte de la pareja real. Era tiempo de sequía cuando Elías restauró el altar a Jehová en el monte Carmelo, desenmascarando a los profetas del falso dios Baal en el proceso. Elías proclamó el fin de la sequía y trajo la lluvia. Posteriormente, Acab murió en batalla y Jezabel murió atropellada; ambos desangrados en la calle, tal como dieron muerte a Nabot.

Yuscarán no tiene viñedos, pero sí la destilería que produce el "guaro" más conocido de Honduras. El paisaje es semi-árido, a pesar de tener nacimientos de agua cristalina. (El agua es usada sin filtrar para, entre otras cosas, la elaboración del guaro.) Las vistas son espléndidas; capas y capas de vegas y montes cada vez más distantes. Las aves parecen volar al alcance de la mano, y uno diría que el cielo no está a más de diez metros.

Yuscarán ha sido la única ciudad donde levantamos altares por la tarde en vez de la noche. En nuestro limitado conocimiento, habíamos pensado que esa fue una imposición por causa de que la iglesia católica tenía reservado el parque todas las noches de la semana. Ahora entiendo que fue orquestado por el Altísimo para que pudiera acompañarnos la familia Bustillo Fromm, que viajó ambos días desde Tegucigalpa por la mañana para regresar al caer la tarde.

Yuscarán ha sido también la primer ciudad donde hemos conocido al alcalde y a su familia. No sólo comieron con nosotros, sino que fue la alcaldía (no la iglesia local) la que cubrió más de la mitad de nuestros gastos de hospedaje y alimentación. Que les sea tenido en memoria.

El Señor nos llevó a Yuscarán a reparar el altar de adoración a Su nombre y a anunciar Su lluvia. Esa es nuestra porción, y es hermosa en gran manera. A alguien más le tocará la tarea de derribar el culto a los baales y sentenciar a Acab y Jezabel. ¿Quién sabe? Quizás seas tú.

Thursday, April 10, 2014

¿Qué Celebramos?

Fue el poeta Décimo Junio Juvenal (60-128 d.C.) quien en su Sátira X dio a luz la frase “pan y circo”. Se refería con ella a la práctica generalmente política de apaciguar superficialmente a las multitudes mediante distracciones, diversiones o la satisfacción de las demandas superficiales del pueblo. En tiempos del imperio romano, el “pan y circo” tomaba la forma de trigo gratuito y espectáculos públicos (incluyendo el martirio de cristianos).

Si prestamos atención a los calendarios festivos, pronto llegamos a la conclusión que hay celebraciones de todo y para todos; desde lo sublime (Fiesta de Tabernáculos) hasta lo ridículo (30 de enero: Día de Responder las Preguntas de Tu Gato). Yo disfruto de una buena celebración tanto como mi vecino, pero obviamente nadie podrá observarlas todas, por lo que resulta necesario filtrar y priorizar. De no hacerlo, acabaríamos de aquí a allá cual velero en altamar; de pan en pan y de circo en circo.

Por lo que a mí concierne, me he propuesto no participar de celebraciones ocultistas (como Halloween) o en honor a ídolos o “patronos” (como Día de Santa Rosa de Lima).  Tampoco quisiera involucrarme con celebraciones abiertamente comerciales que tienen su origen en el culto a los santos, como el Día del Amor y la Amistad (en honor a San Valentín) o el Día del Padre (en honor a San José).

Mientras más universal sea una fiesta, mayores capas culturales tendrá. Veamos, por ejemplo, la Semana Santa, también conocida como Semana Mayor, Easter, o Pascua; con sus observancias secundarias: Cuaresma, Miércoles de ceniza, Domingo de Resurrección, etc. Pero entre comer pescado y mieles, representar la pasión de Cristo en las calles, encontrar los huevos que escondió el conejo, desenfrenarse en la playa, ponerse ceniza en la frente, y linchar a Judas, ¿Qué es realmente lo que celebramos? Hay que filtrar mucho para llegar al meollo, que debería ser éste: que Jesús es el Hijo de Dios que murió y resucitó para salvarme a mí. Eso es algo que necesito recordar y celebrar cada día (porque francamente, una vez al año no basta). Procuraré, pues, vivir el resto de mi vida haciendo honor a esa verdad.

Acerca de las demás fiestas, creo que haré bien en recordar el Salmo 2 que dice: “¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas?”. Y haré mejor aún en procurar el celo santo del Salmo 16:4:
     Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios.
     No ofreceré yo sus libaciones de sangre,
     Ni en mis labios tomaré sus nombres.

Tuesday, April 1, 2014

¿Seré Yo, Maestro?


Este es el problema: la cultura de este mundo entrena para seguir instrucciones, pero no para asumir responsabilidad. Como resultado, el estudiante estudia para el examen, pero no para la vida. El empleado hace su trabajo, pero no camina una milla extra. El padre hace dinero para alimentar a los niños, pero no sabe qué hace su hijo en internet a media noche.

Al final, cuando los resultados son amargos, inicia la cacería de culpables. “¡El maestro no dijo que eso entraría en el examen!” “¡A mí no me toca limpiar el desorden de Juan!” “Yo me mato trabajando, ¿y así me pagas?” Donde el lenguaje del Reino de Dios dice responsabilidad, el lenguaje del diablo dice culpa.

La iglesia apenas está siendo transformada. Entre tanto que llega lo perfecto, la complacencia del que sólo sigue instrucciones dice “Cuando Dios tenga un trabajo para mí, se lo hará saber al pastor.” De manera que la mies sigue siendo mucha, y los obreros pocos.

La buena noticia es que estamos renovando nuestras mentes; cambiando paradigmas. Nuestra senda es como la luz de la aurora, que va en aumento. Aquí y allá se despierta uno y otro. Se levantan de su sopor y se sacuden el polvo. No dicen “Señor, envía a mi hermano”, sino que toman sus armas y salen a la guerra. Sin alarde. Sin fanfarroneo. Sin bombos ni platillos. Sin fama ni aplausos. Simplemente ponen su mano en el arado y comienzan a labrar, puesta la mirada hacia adelante.

No esperes recibir nuevas instrucciones si no has cumplido las viejas. Recuerda que el que es fiel en lo poco es promovido a algo mayor. ¡Vamos! Ofrécele tu vida al Señor como un sacrificio vivo. ¡Ponte a trabajar! El trabajo en el Reino de Dios es duro y nunca termina. ¡Pero el galardón es eterno!